Ocurrió en una fiesta de 15 años, en la urbanización Valle Arriba de la ciudad de Caracas.
Sin electricidad…
En los días previos a la fiesta, visitamos el lugar donde se realizaría. Una de la cosas que siempre hacemos es revisar el tablero eléctrico de la vivienda. El día de la fiesta se montan equipos y luces sin nigún problema. Hicimos una prueba de audio y luces. ¡Todo en orden!.
Cuando llegamos esa noche, el lugar se veía espectacular, toda la casa iluminada y en el centro del patio, una fuente ornamental increíble, construída por los padres de la quinceañera para su gran noche.
Comienza la fiesta. Cuando la miniteca arranca y la gente comienza a pararse de las sillas, ¡se va la luz en toda la casa! La quinceañera y la mamá arrancan a llorar.
En aquella época no había celulares, pero existía una cosa llamada “busca personas”. Gracias a la magia de aquel aparatico, pudimos avisar a todo el equipo técnico de Betelgeuse sobre el problema.
Estando todos en el lugar, nos dimos cuenta de que la casa no era capaz de soportar toda la energía eléctrica que significaba alimentar los equipos de audio, la iluminación y la fuente ornamental.
¡Gracias vecina!
Por suerte la vecina de al lado estaba invitada a la fiesta y nos permitió la conexión de los equipos de audio al tablero principal de su casa, pero hubo la necesidad de colocar una mega extensión eléctrica adicional, reubicar la miniteca y la pista de baile en un lugar más cercano a la casa de la vecina, para evitar otra recaída
La fiesta se inició con bastante retraso, pero valió la pena. La dueña de la casa nos pidió un micrófono para explicar lo que había ocurrido y públicamente nos dio las gracias mil veces. Afortunadamente para los padres, la quinceañera y todos los invitados, la fiesta resultó una absoluta maravilla.