Mi Experiencia Como Disc-jockey
Nunca imaginé, que una audición para ser el DJ de una miniteca llamada The Drop, podría ser el comienzo de una era de crecimiento profesional y de experiencias inigualables al lado de la gran Miniteca Betelgeuse. Tendría algo así como un mes, cuando ya estaba pinchando en una de las minitecas más famosas de la época. No podía creerlo, era el sueño de muchísimos DJs en ese entonces.
En esos años empezó a tener más fuerza la competencia entre minitecas, ya que pasaron de ser eventos puntuales a ser eventos todas las semanas. Recuerdo bien que en algún momento salíamos los miércoles y regresábamos los lunes, guerreando con las minitecas más duras de Caracas y del interior.
ZC, New York, Sandy Lane, Tridimension, Infierno, Soul Train, son apenas algunos pocos nombres de los cientos con las que competía, y debía tener, todas las semanas, sets nuevos con música de estreno y actualizar técnicas más agresivas para poder, en algunos casos hasta con 4 platos, guerrear constantemente por todo el país.
Ah, pero eso no era todo. Al mismo tiempo, tenía que regresar a hacer toques en Caracas, en los salones más prestigiosos de la época, compartiendo con los grandes de la música de ese tiempo: Billo’s, Franco de Vita, Yordano, Frank Quintero, Melissa, Daiquirí, Ricardo Montaner, Kiara, María Rivas y muchísimos otros artistas, quienes nos acompañaban en estas glamorosas fiestas de la élite caraqueña.
Haber pertenecido a la Miniteca Betelgeuse fue la mejor época de mi vida, literalmente.
